Conexión y aromas
Inconscientemente estamos conectados con nuestro instinto de supervivencia y en ello trabajan constantemente millones de terminaciones nerviosas junto con nuestros 5 sentidos a toda máquina para adaptarnos constantemente a los cambios.
Desde la prehistoria, encontrar flores y frutas, era un símbolo de celebración y de alegría. En las condiciones más complejas, las frutas proporcionan vitaminas y minerales necesarios para sobrevivir. Considerando en sí, los frutos silvestres de gran importancia para la supervivencia humana durante milenios.
Entre algunos frutos silvestres están considerados: la mora, arándano, fresa, frambuesa, cereza y aunque poco utilizado en aromas pero sí de alto consumo en nuestras comidas diariamente el tomate. Si, el tomate es una fruta y como los anteriores es considerado en el grupo de frutos rojos.
Nuestro cerebro es capaz de desarrollar asociaciones que forman parte de la evolución humana. Por eso nos conectamos fácil y rápidamente con nuestro entorno, desde observar el sol salir al horizonte, escuchar los pájaros cantar, oler el pasto recién podado y sentir el frío del anochecer. Es una conexión intensa y que se mantiene en una línea de tiempo.
Hoy en día, nuestra memoria hace de las suyas y la variedad de aromas a través de las flores y frutas que podemos percibir es estimulante para nuestro olfato, nos transmite diversas emociones creando efectos positivos sobre el bienestar emocional que pueden evocar efectos de tranquilidad y relajación.
Un recurso muy interesante para personalizar y cautivar tus espacios, desde el baño, living hasta la oficina o el automóvil. Los diferentes aromas que sorprende y traslada. Te invitamos a ver las diversas presentaciones.